martes, 5 de julio de 2011

Proyectos y dedicación

Son las dos cosas necesarias para realizar un buen blog de viaje pero desde el accidente de mi portátil y el consecuente parón que conllevó, la segunda ha dejado mucho que desear.

Los proyectos siguen en pie a pesar de que este 2011, esta siendo un año de reposo económico y todo ha ido un poco a menos. Así que me gustaría retomar un poco el pulso del blog, primero cerrando los puntos pendientes que incluyen la crónica del viaje a Japón del pasado año y la aventura de mi primera media maratón.

Después espero poder narrar los proyectos de este año y del que viene, que espero pueda culminar visitando la costa oeste estadounidense.

Por último, debería emprender cambios en el blog para facilitar el acceso a los contenidos, dar forma a las secciones que ya había comenzado y crear nuevas que lo hagan más útil. Una idea interesante sería crear pequeñas fichas de las ciudades visitadas, que incluyan consejos, impresiones,…

Veamos si esta vez podemos cumplir tan altos propósitos.

sábado, 26 de marzo de 2011

Corriendo voy. corriendo….

Mañana tengo mi primera carrera oficial y he decidido que esa experiencia es tan buena como cualquier otro viaje. Así que aquí estamos.

La cosa es que hace unos meses, ya va para un año, empecé a correr por los alrededores de mi pueblo. Más para quitarme peso y oxido de encima que otra cosa. Poco a poco me fui sintiendo cómodo y me pico el gusanillo de ver que tal tiempo hacía, de ahí a mi primer pulsómetro hubo un paso muy pequeño. Y no hicieron falta más que dos conversaciones con amigos muy aficionados a las carreras de resistencia, para que de la noche a la mañana me encontrase corriendo la San Silvestre Vallecana.

El caso es que debió gustarme porque me había inscrito para una media maratón en poco mas de una semana. Y como decía antes aquí estamos, de los nervios, ante la jornada de mañana en Segovia, 20 kilómetros contra el reloj y contra uno mismo. Me da cierto miedo las sensaciones que pueda experimentar durante la carrera, aunque estoy seguro de que si la acabo y no llevo al coche escoba detrás será un chute de moral y de felicidad enormes. A parte del cochinillo que me voy a meter entre pecho y espalda.

Ya he puesto el despertador a las 6 de la mañana, he preparado zapatillas, mi último pulsometro, y demás pertrechos, sólo unas horas de sueño, algo más de una conduciendo y un pelín de espera cerca de la salida me separan de mi primera experiencia.